Conocí a
Mario hace unos meses compartí con el su historia de vida; la adornaba una
serenidad muy especial y una satisfacción enorme cuando hablaba de su Padre ¡SI
!de su padre Dios, a pesar de la adversidad de su enfermedad desde casi su
nacimiento ,contaba con gran pasión como Dios lo saco de la muerte y lo llevó
de nuevo a la vida... Quiero compartir contigo este testimonio contado por el
mismo:
Mi Vida
acompañada de un virus “impactante” el VIH
Desde
que tengo consciencia, el virus del VIH ha estado en mi vida, ya que mis
padres adquirieron el virus antes de que yo naciera, y mi madre me lo transmitió
por la leche materna cuando apenas era un bebe. Puedo hablar pocas cosas de mi
Madre porque ella falleció cuando yo tenía tan solo dos años de edad. El Único
recuerdo que tengo suyo, es el día de su entierro, donde ya empecé a escuchar
las primeras murmuraciones acerca de una terrible enfermedad que tenía a mi
madre en una cama de madera, “dormida” para mí, porque no tenía claridad de lo
que era LA MUERTE, palabra que se quedaría impregnada a mí por varios años
después.
A la edad de
2 años mi familia paterna me llevo a un instituto para niños con VIH que
manejaba el ICBF, cuando llegue a la institución quede prácticamente solo, era
un sitio donde habían muchos adultos con la enfermedad del VIH-SIDA, y morían a
diario, en aquel sitio estaba tan solo, mi único acompañante era un niño, con
el cual compartía; recuerdo como ambos le teníamos mucho miedo a esas personas
que morían, porque estaban muy enfermas y de una manera u otra pensábamos que
en cualquier momento estaríamos así como ellos.
Con el pasar
del tiempo nos trasladaron a todos los que pertenecíamos a este lugar hacia
otro sector, esto debido a que los vecinos del barrio donde estaba ubicada
aquel sitio tenían miedo de contagiarse con esta difícil y mortal enfermedad,
así que nos mudaron en un rincón fuera de la ciudad donde quedamos totalmente
aislados del mundo.
Es así como
a la edad de 4 años mi amigo y yo empezábamos a preguntarle a las personas que
nos cuidaban por qué realmente estábamos en ese sitio, separados de nuestras
familias y con muchas personas que morían a diario.
Nos
enseñaron que vivíamos con un “bichito” en la sangre, al cual debíamos combatir
día a día, era como una especie de “jueguito” que consistía en atrapar a los
“bichitos” malos que teníamos en la sangre y que nos hacían poner enfermitos,
con ayuda de unas medicinas muy fuertes y amargas que eran los soldaditos que
combatían a dichos “bichitos”.
A su vez, empezamos
un proceso espiritual, todo esto debido a que los médicos que nos habían
tratado decían que un niño promedio con VIH-SIDA podría vivir en promedio solo
hasta los diez años de edad. Entonces nos bautizaron para que pudiéramos ir al
cielo con papito DIOS. Y recuerdo claramente que fue en ese momento que
empezamos a tener una conexión muy estrecha con DIOS, que era nuestro Padre, el
cual podíamos sentir en todo momento y que llenaba la carencia de padres
biológicos, de la familia y otros tantos vacíos que teníamos en aquel entonces.
Finalmente
llego el día de mi bautizo, como olvidar aquel día, entre los preparativos y
toda la celebración, en el fondo oí un sonido armonioso, un sonido diferente y
extraño para mi, afanosamente busque su fuente y al encontrarla me enamore de
aquel hermoso instrumento que brillaba entre las manos de aquella señora, aquel
violín, recuerdo como su sonido invadía mi interior y me transportaba a un
mundo donde no había miedos, donde ya la muerte no estaba en el día a día, donde
solo existía la alegría, el gozo y la paz.
Inmediatamente
hable con los encargados de la fundación donde me encontraba recluido, les
pregunte si existía la posibilidad de tocar tan majestuoso instrumento, dentro
de mi pensamiento solo estaba el deseo afanoso de tocar y producir ese hermoso
sonido que salía de las manos de aquella artista.
En aquel
momento como era de esperarse existían cosas mas importantes para la fundación,
pero yo seguí empeñado en lograr aquel sueño e insistí; ante tanta insistencia
por parte mía y con las directivas de la fundación totalmente sorprendías por
la manera en que yo con vehemencia insistía en tocar el violín, me pusieron en
clases para que aprendiera aquel arte.
Aun viene a
mi mente como si fuera ayer aquel día, en que yo a la edad edad de 4 años me
encontraba de frente ante aquel “Violín”.
Seis meses
después de comenzar aquella aventura, la profesora que me dictaba clases noto
el talento que poseía para la música y converso con los directivos de la
fundación pidiéndoles la autorización par que yo pudiera presentar un examen
para ingresar al Conservatorio de Cali.
La directora
de la fundación, que a propósito ha sido un ángel en mi vida, hablo conmigo
aquella vez, comentándome la posibilidad que existía de estudiar música en un
contexto “normal”, es decir fuera de la fundación como estábamos acostumbrados,
yo me emocione muchísimo, que gran reto pensé; sin embargo ella recalco que
existía un gran obstáculo, el examen de admisión, ya que se presentaban muchos
niños y solo existían 17 cupos, en otras palabras parecía algo imposible, y mas
aún cuando mi situación no era la mejor.
Después de
escuchar sus palabras, yo con voz firme le respondí: “Estoy seguro que Papito
Dios me va ayudar a pasar ese examen, así que alistare mis maletas por que yo
voy a estudiar allí”.
Y así fue,
DIOS me ayudo y quede entre los 17 niños que pasamos el examen de los 90 que se
presentaron; después de esto agradecí al Señor tal y como lo hizo el majestuoso
Rey David aquella vez cuando Dios le otorgó su favor, diciéndole: “Papito DIOS
gracias por este logro, quien soy yo para que un DIOS como tu se acuerde de mi?
Para que me ayude y me otorgué su favor? Gracias Padre mío, si no es mucho
pedir quisiera que me ayudaras a vivir una vida como la de los demás niños que
veo en los dibujos animados, niños que son muy felices con su familia, niños
que salen a estudiar a un sitio con otros niños y comparten, sonríen, te pido que
la gente no me vea con miedo, que me puedan abrazar sin ningún temor.
Y Como
siempre, Dios encargándose de todo en mi vida, a la edad de diez años mi tía biológica
me llevo a vivir con ella en su casa. Yo estaba feliz porque estaba cumpliendo
el sueño de tener una familia y de compartir con más amigos en el colegio fuera
de un contexto de aislamiento institucional. Todo era diferente a como había
vivido antes, excepto el conservatorio y mi formación musical, ya que el violín
ha sido lo único permanente en mi vida.
Estos
momentos de alegría llegaron a su fin cuando un año después de que mi tía me
sacara de la fundación, se casó y quiso tener su propia familia con su esposo, para
ese momento yo no me encontraría mas en sus planes, así que me devolvió de
nuevo al ICBF; y desde los 11 años en adelante viví en hogares sustitutos.
Cuando
termine el colegio a los 16 años, simultáneamente termine el proceso de
formación Musical en el Conservatorio, y por cuestiones de la vida, me aleje de
la música por un tiempo, ya que algunas personas que me apoyaban en dicho
momento, me dijeron que la música era muy bonita pero que no daba para vivir
bien, y que si yo quería salir adelante debía emprender otro rumbo diferente
así que de esta forma me inscribí para estudiar Ingeniería Industrial.
Paso el
tiempo, cuando me di cuenta ya había trascurrido un año y medio, y estudiaba
mucho, sin embargo había dejado muchas cosas de mi esencia a un lado, como a
DIOS y mi violín, había abandonado mis sueños y los había reemplazado por los
de alguien mas, de esta manera es como comienza en mi vida una depresión
inmensa debido a estos dos factores importantísimos en mi vida.
Pero aparte
de mi violín tenia otra constante en mi vida, DIOS, tal vez yo había olvidado
mis sueños, mi propósito, mi meta, pero ÈL no, y es asi como a los 17 años de
edad, de una manera impactante, DIOS toca a mi puerta en un momento en el que me
sentía tan solo y vacío porque también me hacía mucha falta el apoyo de mis
padres, el apoyo y al seguridad que ofrece una familia. Pero DIOS me dice
aquella verdad que esta en su palabra: “Venid
á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar” (Mt
11:28, RV60), me pidió que le enregara mis cargas, mi dolor, que le tenia
un plan para mi, que desde el antes de que yo naciera ya me había apartado para
él, me había tomado por hijo suyo, y más aún cuando mis padres fallecieron.
En ese mismo
instante comprendí que DIOS siempre había estado presente en cada momento de mi
vida, que había sido mi Padre, mi familia, mi TODO, y me di cuenta de que era
un testimonio de vida, que mi principal prueba fue aquel dictamen médico que me
habían dado cuando era niño que solo viviría 10 años, no se cumplió y nunca se
cumpliría, por que DIOS ya me había dado sanidad espiritual la cual hacia sanar
también mi cuerpo día a día.
No me baso
tanto en el VIH-SIDA cuando hablo de mi vida, porque para mí éste ha sido un
factor positivo que DIOS ha permitido en mi vida para enseñarme a ser fuerte, para
recordarme que debo depender de ÈL, para enseñarme a valorar cada momento en la
vida y a confiar siempre en ÈL, y sobre todo a llevar este testimonio de vida a
ti, si, a ti, tu que estas sion salida, que no encuentras motivos, que solo
sientes que tu vioda se derrumba, que piensas que tus problemas son un Goliat
que no podras vencer; pues querido hermano yo vencí la muerte, pero no por mis
medios, si no por que hubo uno que murió por mi en una cruz para que yo tuviera
una segunda oportunidad, ese mismo me salvo, y hoy te dice a ti, levántate que
yo soy tu DIOS y yo te sacare de esta y te daré sanidad, libertad, te
glorificare, te saciara de larga vida (Sm 91), recuerda si estas con DIOS no
hay nada que obre en contra, sino que todas las cosas ayudan para bien (Rm
8:28).
Ahora estoy
Feliz porque tengo un Papá que me ama, que me ayuda en todos mis proyectos, en
mi caminar y en mi diario andar. Cerca de Dios he logrado cosas maravillosas en
mi vida maravillosas las cuales muchas personas pensarían que son difíciles de
alcanzar y más cuando tienes un diagnostico medico desde nacimiento como el que
tengo yo.
Mi Papá Dios
me consiente mucho, y ahora ha puesto en mi vida la oportunidad de ir a
estudiar música y violín a Europa que es la cuna del arte y de la música
clásica, como si ya no me hubiera dado demasiado, pero ÈL es así, lleno de
bondad y amor por los que ponen su corazón en ÈL.
La pregunta es: ¿Tú FE te alcanza
para CREERLE a Dios el plan que tiene en tu vida? A pesar de las
adversidades, tristeza , enfermedad, abandonó y soledad?
Queridos hermanos hay que mantener ese
fuego encendido y ¡Si! qué hace falta fuego para encontrarnos con Dios,
ese fuego en el corazón un fuego que arda, un fuego siempre vivo que nos
recuerde que debemos ser lámparas encendidas en la oscuridad, un fuego que no
se apague aunque venga la lluvia y el viento sino que se mantenga, porque la FE
es como una fuerza transformadora que nos hace realizar cosas que nunca
pensamos.
Por eso hoy te invito que te pongas en
pie como MARIO que se dejó llevar por esa FE que transformó su vida y que
Dios en su infinita misericordia lo salvó de la muerte y lo llevó de nuevo a la
vida.
¡¡¡Adelante!!!! TEN FE
Referencias:
Escrito por Amanda Torres Salgado, Las Promesas de Nuestro Padre ,17 de Enero de 2016.
Agradecimientos especiales a mi grana amigo Mario por su valioso
testimonio, Mario que Dios te bendiga hoy y siempre.